Hice la formación de doula en Nagual, durante el curso 2010/2011, de la mano de Ileana Rota, quien la ideó y nos acompañó durante nuestro nacer como doulas. Aprendimos, mis hermanas-compis y yo, de muchos profesionales excelentes, entre ellos Imma Campos, Kika Baeza, Emilio Santos, Michel Odent y Liliana Llamers.
Desde nuestra "graduación" sigo un camino de formación constante, motivada porque todo lo relacionado con el mundo de la maternidad y el acompañamiento me apasiona. Voy a cursos presenciales, leo vorazmente y participo de la vida de doulage madrileño.
En realidad, los primeros maestros, y quienes han ejercido la mayor influencia en mí como doula son mis hijos. Ellos me han marcado el camino, han despertado mis inquietudes, y reclaman mi contante formación. Son tres lucecitas exigentes, llenas de amor y generosidad, que me propulsan a crecer.
Creo que como doula estoy con ganas de seguir aprendiendo, lo cual me parece muy valioso. Sé que sé algunas cosas, y sé que hay muchas que no controlo. Y por suerte, sé de muchas otras personas que sí controlan, con lo cual siempre hay donde acudir para pedir ayuda. Quizás esto sea lo mejor que puede ofrecer una doula: no saber todo (porque sería imposible), pero saber hasta donde controlamos, y de ahí, saber a quienes poder recurrir.
Gracias a las familias que me invitan a acompañarlas sigo creciendo y aprendiendo. Cada acompañamiento es un aprendizaje maravilloso y único.
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